Abordar un proceso de reestructuración financiera en empresas que se hayan en situación de crisis implica que la solvencia de la compañía es cuando menos, delicada. Por tanto, nos podemos encontrar con la existencia de escenarios en los que pueda recaer algún tipo de responsabilidad sobre los administradores, consejeros, apoderados y/o directivos.
Es por ello que resulta de vital importancia que, al tiempo que se formula la estrategia para la consecución de la refinanciación, se analicen todas las potenciales responsabilidades (mercantiles, fiscales, laborales y penales) en los que pudieran incurrir los administradores, consejeros, apoderados y/o directivos.
El estudio de estos riesgos debe ser abordado con la mayor anticipación y planificación posible y bajo una estricta tutela jurídica.
